Cuando tratamos el tema de la relación de cine y música,estamos haciéndolo de una de las más fructíferas que se han producido en la historia del arte. Esta se produjo desde el mismo momento en el que el cine comenzó su andadura, al principio con una función eminentemente práctica, atenuar con la música el ruido que producían las máquinas de proyección, unido al barullo que según las crónicas formaban los espectadores, para posteriormente cobrar una dimensión mucho más rica como elemento expresivo de primer orden.
Esta película es un buen ejemplo de como se incorporaba la música en las proyecciones cinematográficas, en concreto, la música que vais a escuchar fue compuesta para su estreno en Berlín por Edmund Meisel en 1925, reconstruida, adaptada y dirigida por Helmut Imig, e interpretada por Deutsches Filmorchester. Con la visión este film, nos acercaremos a uno de los padres del llamado séptimo arte, ya que estableció algunos de los pilares fundamentales del lenguaje y montaje cinematográficos. En sus dos últimas obras maestras, "Alexander Nevsky" y la inacabada trilogía sobre "Ivan el Terrible", estableció una colaboración con Sergéi Prokofiev, dando resultados de gran calidad.
Aquí os dejo un fragmento de la primera de ellas, que desde el punto de vista musical sería más apropiada para lo que estamos trabajando, pero pienso que os puede resultar en su conjunto más ardua.
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